Común, como todo.
Pasado y posteado una decena de horas dps de escrito.
Son esos momentos en los que te acostás en la cama. No tenés ganas de nada; te tirás arriba de la colcha. Mirando el techo estrellado. Los ojos... abiertos, pero tan solo lo imprescindible. Intentando vanamente buscar el horizonte adentro de tu propio cuarto. Según dicen, son 12 km, x la curvatura de la tierra; 12 o 17. Ves puntitos chicos, otros más grandes; más grandes todavía, las estrellas. Estrellas de cinco puntas que brillan mansamente. Le dan algo de color, algo de vida a esa habitación que tan muerta parece estar; tan profundamente inmersa en la noche.
El ventilador, prendido, girando... nada nuevo. Apenas te llega una leve brisa, pero te alcanza. Está fresco, con una sabanita es suficiente. Te acurrucás, en busca de la mejor posición para conciliar el sueño. De repente la encontrás, pero hábilmente decidís cambiar la disposición de tu cuerpo sobre la cama. Te das cuenta de que, en realidad, no te querés dormir. Tenés ganas de quedarte despierto un ratito más, no importa cuánto. Dudas unos segundos... mejor dejás la luz apagada: es divertido ver únicamente un punto rojo en la oscuridad. Ese punto rojo que está siempre ahí, siempre a la espera. Aguardando que alguien oprima Power para luego desaparecer y volver, más tarde, cuando ese alguien se canse de escuchar música.
Ahora te movés nuevamente en la cama, esta vez buscando el ángulo exacto en el que no te duele el cuello. Estás cómodo, pensás para tus adentros que estás listo. Justamente para eso. Listo para pensar. No sabés x donde empezar, te decepcionás al no dar con ese punto de partida del que luego surge todo como x arte de magia, con ese disparador que ilumina tu mente, con esa llave que libera tus ideas. Te decepcionás. Por un tiempo te quedas con cara de tristeza creyendo que hubiera sido mejor permanecer en aquella posición en la que te habrías dormido instantáneamente.
Suena el pitido de tu reloj. “¿Serán las dos... o ya las tres?” te preguntás. Dps de otro instante de silencio mental, te acordás de un amigo. De ese amigo amante del rosa que se niega rotundamente a hacerte caso, a seguir tus consejos, si se quiere. Lo tildás de ser reacio a actualizarse, a dejarse llevar x el mundo de la tecnología. Meditás un tiempo más sobre él.
De un momento para el otro, te das cuenta de que tenía razón. “Nada mejor que un buen lápiz y una hoja donde poder usarlo”. Sentís que tenés que llamarlo para agradecerle el haber dicho semejante frase; pero es tarde: quizás mañana, cuando te levantes. Aún así, tenés la sensación de que podés honrarlo, u homenajearlo, x decir algo. Podés hacer lo que siempre le criticaste. Podés admitir que, en realidad, es lo correcto. Una enorme felicidad recorre ahora tu cuerpo entero. Te levantás y prendes el velador. Agarrás papel y lápiz, te sentás y escribís esto.
Son esos momentos en los que te acostás en la cama. No tenés ganas de nada; te tirás arriba de la colcha. Mirando el techo estrellado. Los ojos... abiertos, pero tan solo lo imprescindible. Intentando vanamente buscar el horizonte adentro de tu propio cuarto. Según dicen, son 12 km, x la curvatura de la tierra; 12 o 17. Ves puntitos chicos, otros más grandes; más grandes todavía, las estrellas. Estrellas de cinco puntas que brillan mansamente. Le dan algo de color, algo de vida a esa habitación que tan muerta parece estar; tan profundamente inmersa en la noche.
El ventilador, prendido, girando... nada nuevo. Apenas te llega una leve brisa, pero te alcanza. Está fresco, con una sabanita es suficiente. Te acurrucás, en busca de la mejor posición para conciliar el sueño. De repente la encontrás, pero hábilmente decidís cambiar la disposición de tu cuerpo sobre la cama. Te das cuenta de que, en realidad, no te querés dormir. Tenés ganas de quedarte despierto un ratito más, no importa cuánto. Dudas unos segundos... mejor dejás la luz apagada: es divertido ver únicamente un punto rojo en la oscuridad. Ese punto rojo que está siempre ahí, siempre a la espera. Aguardando que alguien oprima Power para luego desaparecer y volver, más tarde, cuando ese alguien se canse de escuchar música.
Ahora te movés nuevamente en la cama, esta vez buscando el ángulo exacto en el que no te duele el cuello. Estás cómodo, pensás para tus adentros que estás listo. Justamente para eso. Listo para pensar. No sabés x donde empezar, te decepcionás al no dar con ese punto de partida del que luego surge todo como x arte de magia, con ese disparador que ilumina tu mente, con esa llave que libera tus ideas. Te decepcionás. Por un tiempo te quedas con cara de tristeza creyendo que hubiera sido mejor permanecer en aquella posición en la que te habrías dormido instantáneamente.
Suena el pitido de tu reloj. “¿Serán las dos... o ya las tres?” te preguntás. Dps de otro instante de silencio mental, te acordás de un amigo. De ese amigo amante del rosa que se niega rotundamente a hacerte caso, a seguir tus consejos, si se quiere. Lo tildás de ser reacio a actualizarse, a dejarse llevar x el mundo de la tecnología. Meditás un tiempo más sobre él.
De un momento para el otro, te das cuenta de que tenía razón. “Nada mejor que un buen lápiz y una hoja donde poder usarlo”. Sentís que tenés que llamarlo para agradecerle el haber dicho semejante frase; pero es tarde: quizás mañana, cuando te levantes. Aún así, tenés la sensación de que podés honrarlo, u homenajearlo, x decir algo. Podés hacer lo que siempre le criticaste. Podés admitir que, en realidad, es lo correcto. Una enorme felicidad recorre ahora tu cuerpo entero. Te levantás y prendes el velador. Agarrás papel y lápiz, te sentás y escribís esto.
posted by tij at 11:34 AM
4 Comments:
Sí, sin duda un tiene ideas "brillantes" cuando está por dormirse, cuentos, investigaciones sociológicas, cosas para decirle a la persona con la que nos peleamos más temprano, esa clase de ideas que al despertarnos ya no son vigentes y, probablemente, tampoco recordamos.
A mi modo de verlo, lo terrible no es saber cuál es la posición para dormirse y no querer hacerlo, lo desagradable y saber que uno debe dormir, que ya es muy tarde, son como las cinco de la mañana y tus viejos te van a despertar a las doce del mediodía para almorzar con tus abuelos, conocer la posición propicia para dormir y aun así no poder consiliar el sueño.
Es posible que haya otros entretenimientos además de ver la lucesita roja, tal vez están las cuatro lucesitas verdes que tiene prendidas el modem cuando la computadora está apagada (de estar prendida, serían cinco) o pensar en cómo serían las cosas si... Y casualmente en la mejor parte de tus pensamientos, sos vencido por esa fuerte superior a cualquier animal, y aunque hasta ese momento no te hayas sentido canasdo, al despertarte con el día, te das cuenta de que sí necesitabas dormir y que no deberías haberte molestado en pensar tanto.
Gracias totales
Definitivamente, el mejor momento para reflexionar es antes de dormir. Es bárbaro, porque todo lo que uno piensa suena tan razonable... aún cuando en realidad no lo es.
Para mi irme a dormir es muy.. no sé como decirlo.. muy.. necesario?.. pero no por el acto de dormir, sino por la importancia que tiene para mi salud mental lo que pienso antes de hacerlo.
Francamente, la posición i los puntitos del techo barra pared no me interesan en demasía. En realidad no me interesan nada, ni un poquito. Cuando estoy acostada en la oscuridad francamente me transporto a otro lado. A veces paso horas pensando.. imaginando i creando realidades irreales en mundos paralelos. Pensando en qué pasaria si.. o en qué decirle a..
Pero es frustrante ver lo fácil que es olvidarse de todo lo que estuviste pensando durante horas, al tener que levantarte i seguir con tu vida de a de veras, la real, en esa en la cual seguís peleado con la gente que querés i en la que esa persona no te da ni la hora, i en la cual no podés hacer nada para cambiarlo...
Me deprimi.. Besos a todos. Besos Tij; te quiero!
Adieu!
...puj...
Despues de mucho ke te kejas de mi, aka te firmo, aunke ya te dije ke esta responsabilidad de tener ke eskribir algo serio no me cae nada simpatica.
Beuno, estoy aca en mi casa, sola, n veirnes a la noche.. extraño, no? esto es por dos motivos principales: uno, ke me siento muy mal, razon por la cual no sali con mis compañerillos... dos, paula es una mala persona ke me abandona por sus amigas de la primaria.. ke gentuza...
bueno, con respecto al post... a mi me pasaba ke me guardaba las cosas para ese moemnto. Me acostaba, leia. Y despues apagaba la luz y pensaba. Repasaba los momentos bonitos del dia, o los feos, o los importantes.. los ke me hicieron sonreir, los ke me dejaorn preocupada. Los veia desde un punto de vista mas objetivo, los analizaba desde afuera. A veces servia. Otras veces pensaba en cosas pasadas, pensaba en lo ke sentia (si, ke estupidez) e intentaba convencerme de si estaba mal o estaba bien (ke estupidez tambien, no?). La verdad es ke al final, siempre terminaba pensando en cualkier cosa, el pensamiento no seguia una cadena muy coherente (no el mio, al menos). Lo cual no siempre es malo, aunke a veces no es bonito encontrarse a uno mismo pensando en cosas ke ya creia superadas, o etc.
Y sabes? el otro dia tambien me sali de mi cama, agarre mi cuaderno y escribi. Ya van varias cosas ke escribo ahi. Tal vez podria mostrartelas algun dia, aunke me da vergüenza, creo ke solo las vieron manu, pau y luis. No se tampoco si las entednerias.. de todos modos podria mostrartelas. Podria. Nunca se sabe.
bueno, te mando un beso. Una lastima ke no vayas mañana, daban ganas de charlar avec toi. C'est la vie. Por ultimo, te cuento ke te kiero.
Es todo, me parece. (mentira, nunca es todo, pero es mas ke nada, y eso es algo).
Creo que no le pudo haber elegido otro título, por que de lo que me fui dando cuenta a medida que leia los commnets de otras "personas", yo no me puedo atrever a tanto, y si, ya ves que esas cosas tmb se leen, es que a todos nos ha pasado el hecho de acostarse en la cama con la luz apagada y decir: esta es la hora de pensar, elegir un tema y divagar libremente sobre ello. Y asi pasa usualmente, uno siente que es original pero en realidad, no, no tanto...la mayoria de las cosas ya se invento, se re-invento y se volvio a cambiar. Reciclaje a pleno.
nada tiene limites...ni el punto rojo ni el punto final. (ja!)
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