Tuesday, March 15, 2005

Reservado

¿Cuántas veces ha escuchado esta palabra un argentino promedio en su vida? Muchas, seguramente. Pero todos sabemos que no siempre es la cantidad lo que importa, sino la calidad. O como bien diría la Moncha, el carácter cualitativo y cuantitativo, sin dejar de mover su mano y casi encogiendo los hombros. Miles de millones de cosas (o no necesariamente cosas: puede ser tmb el lugar en una fila, que es perfectamente intangible) son reservadas a diario. Algunas más importantes que otras, de eso no cabe duda. Por ejemplo, se puede reservar determinado asiento en un lugar público mediante la inserción disimulada de un objeto personal en dicho sitio. Tmb se puede reservar un día para salir o ver a ciertas personas. Una mesa de un restaurante.
Y dps existen las cosas que están irremediable y perpetuamente reservadas, como los primeros asientos de un colectivo. ¿Quién nunca tuvo que pararse para ceder el puesto a un pobre anciano trigambado o a una señora (o xq no, señorita) cuya gran panza no proviene de la ingestión excesiva de ácidos grasos? Es molesto, creo que nadie lo niega. Pero es un deber que tenemos todos como ciudadanos. Más que un deber, es una obligación casi intrínseca en el hecho de utilizar el transporte público. Como decía De la Rua, y al que no le gusta, que se vaya!. O que se la banque y camine las chiquicientas cuadras que separan su casa de su eventual destino.
Las obligaciones llegan no sólo cuando uno se sube a un colectivo, o al subte. Ya se dejan ver con únicamente salir a la calle. Ayudar a la viejita a cruzar. Acompañar x un determinado trecho a un no vidente. Dar la hora. Etc. Si hay algo que de veras me molesta, es tener que brindar la información que me da a MI, mi reloj. Es x eso que suelo hacerme el distraído cuando alguien me pregunta la hora x la calle. Además, el 99% de los interesados en la hora están, en realidad, interesados en obtener tu reloj de manera poco lícita; así que conviene tener cuidado. El otro día resultó ser que fui víctima de un hurto cuya metodología fue de lo menos esperada. Pero que el maleante la tenía clara, la tenía clara.
Entonces, los problemas suelen ser provocados x la falta de cumplimiento de aquellas... reglas, u obligaciones. Es cierto que tmb los hay x razones desconocidas, o casi traídas de los pelos; pero son los menos. Nuestro profesor de Derecho, al cual vi el otro día en circunstancias muy extrañas, decía que una norma describe una conducta (que transgreda las leyes) y establece determinada pena. Así, a aquellos que no cumplen con sus obligaciones les corresponde la vergüenza pública y multitudinaria. No se los recomiendo... es vergonzoso, valga la redundancia. Esto viene a que una vez una vieja de mierda (ojo, no confundir con la viejita a la que se la ayuda a cruzar) hizo flor de escándalo. Y en esos momentos, dan ganas de matar gente.
Para los que se venden tmb deberían existir las penas. PerO Penas graves, eh. Para los que matan, los que roban, los que secuestran, los que pegan, los que patean, los que molestan rompiendo la calle y no dejan dormir, y otros tantos seres que no merecen siquiera formar parte de nuestro universo. Sin embargo, existen. Como ya anteriormente expuse en no se qué post. Y, x desgracia, tenemos que aprender a convivir con ellos. Y si eso no es posible, entonces evitarlos: cruzar de vereda, mirar para el horizonte, fingir desconocer su existencia y demás técnicas de autoconvencimiento. En fin, las penas están para ser usadas adecuadamente. A veces sobran (las menos), otras faltan (lamentablemente las más recurrentes). Quizás sería interesante lograr alguna especie de equilibrio, pero debe haber mejores cosas x hacer.
A decir verdad, no está tan mal intentar broncearse. Ya sea en la playa (lo cual me parece lo más adecuado), en una casa de un country, en una plaza o parque, en una pileta de una casa, en una terraza, en un balcón o, ante la ausencia de dichas posibilidades, en una cama solar (lo cual veo como lo menos natural). Hasta lo de la pileta, yo creo que vamos bien, pero me imagino que debe ser bastante extraño tomar sol en una casa, frente a otros edificios, tirado en una reposera en tu balcón y dps quemarte a rayitas xq te olvidaste que la reja te hacía sombra. Sin embargo, he escuchado testimonios de gente que lo hace, y no le disgusta en absoluto; pero bueno, allá ellos. Quizás sea más conveniente mudarse a, por ejemplo, Sudán (el país de mayor extensión dentro del continente africano). Quizás el gasto en protectores solares de factor 50 sea demasiado abultado. Aquel que lo desee, puede hacer sus cálculos.Creo que es bastante triste y melancólico estar donde todos estamos ahora. Estar no tanto espacialmente, sino temporalmente. Es claro que para aquellos que lograron (o sufrieron) la libertad, la tristeza debe ser menos aguda. O, en su defecto, tiene otras raíces, completamente entendibles. Supongamos alguien que maneja un camión. Un camión ancho. Va x la ruta y se da cuenta de que de frente viene otro igual, otro camión ancho. Solo supongámoslo... sé que es bastante poco factible. Chocan y la noticia sale en los diarios. Dos amigos la leen y surge la siguiente conversación:
- “Mal, ¿eh?”
+ “Na”

2 Comments:

Blogger Lau said...

¿Sos consciente de que las últimas palabras de tu post son fonéticamente iguales al nombre "Malena"?
Con respecto a las normas para la convivencia en sociedad... pienso que la mayoría son necesarias, no está bueno que todos hagan lo que les pete sin pensar a los demás.
Como soy muy jodida voy a traer a colación otra acepción de la palabra "reserva". Esta última la considero una cualidad: hay que saber cuándo hablar y cuándo no. Mucha gente odia a quienes hablan de más y tambié desconoce a los que no lo hacen. No hay que ser desubicado y hay que poder guardar secretos también.
El sueño no me deja expresarme con claridad, esto es engorroso en mi estado, dejo de arruinarte el blog...
Besos
Lau

Tuesday, March 22, 2005 12:38:00 AM  
Blogger #11 said...

Creo que es muy buena la explicación y descripción de la palabra reservado por estas latitudes y a esta altura de la línea del tiempo. Pero como siempre te digo,¿qué onda que lleguemos desde las reservas hasta el febo sudanés-dando ese dato sobre sus dimensiones aprendido en la casa de ego jugando al carrera de mente?. Lo de las normas lo veo interesante. No entendí a que viene la historia del final.
Saludos
Emiliano
P.D: Después de tanto tiempo e insitencia, me cree un blog(pronosticosdepotivos.blogspot.com)

Sunday, April 03, 2005 2:26:00 PM  

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